La democracia participativa debe implementarce como un programa de políticas públicas para contribuir en dos aspectos fundamentales ante la actual crisis; el primero la inclusión social de los derechos del individuo en los derechos sociales, y dos la instrumentación de la economía como un medio del desarrollo sustentable en favor del bienestar del ser humano.
Ante la actual crisis es tiempo de proponer y poner en práctica políticas alternativas que den soluciones concretas a los problemas concretos, hoy es tiempo de diseñar, proponer y practicar lo que realmente es viable en un mundo globalizado e interdependiente, es momento de replantear un camino con base en la democracia participativa.
Para que un programa de políticas públicas con base en el concepto de la democracia participativa tenga lugar y desarrollo, es necesario que se protegan las bases primarias de un régimen democrático representativo y este a su vez debe de gozar de plena legalidad institucional y de legitimidad electoral, por lo que la democracia representativa debe ser complementada y reforzada por la democracia participativa.
Es de vital importancia que los organismos de la sociedad civil y la sociedad en general contribuyan a la implementación y práctica de las políticas públicas para lograr la inclusión social de los individuos, es necesario que sean los propios ciudadanos quienes en la vida cotidiana hagan una costumbre social el respeto y ejercicio de los derechos del individuo en concordancia con los derechos sociales, y a su vez contribuyan para que la economía sea un instrumento o medio para lograr el bienestar material y metafísico del ser humano y su sociedad, lo anterior con base en el respeto a la diversidad social como elemento de unidad y la inclusión social EN FAVOR DE una democracia participativa.
De esta manera el centro gravitacional de la democracia ES la participación ciudadana, y los representantes públicos adoptarían un papel de conducción en la implementación de las políticas.
A este respecto Gramsci menciona:
"El carácter orgánico sólo puede pertenecer al centralismo democrático, que es un centralismo en movimiento, vale decir, una continua adecuación de la organización al movimiento real una capacidad de equilibrar el impulso de la base con las directivas de la superioridad, una inserción continua de los elementos que surgen de lo profundo de la masa en el sólido cuadro del aparato de dirección, el cual asegura la continuidad y la acumulación regular de las experiencias. Tal centralismo es orgánico porque tiene en cuenta el movimiento, que es la forma orgánica en que se revela la realidad histórica, y que no se esteriliza mecánicamente en la burocracia: al mismo tiempo tiene en cuenta aquello que es relativamente estable y permanente o que por lo menos se mueve en una dirección fácil de prever."[6]
La propuesta sobre la democracia participativa debe expresarce en una serie de programas de políticas públicas, en específico dependiendo de las circunstancias económicas, políticas, sociales, culturales e históricas de nuestro país en particular o de la región en específico, ahora bien, el planteamiento de implementación de políticas públicas sobre el concepto de la inclusión social por la democracia participativa, debe estructurarse en un plan programático que represente el consenso de la sociedad en la expresión de un pacto nacional, este gran pacto del país, hablando de los Estados Unidos Mexicanos, debe ser convocado por la sociedad civil organizada, los partidos políticos, la iniciativa privada y los sindicatos, así como por los profesionales, científicos, académicos y estudiantes, es necesario que la convocatoria por este gran pacto nacional sea lo más amplia posible y en el se definan las políticas públicas a seguir para restablecer el equilibrio tanto político como económico del país; como por ejemplo hacer frente a la actual crisis económica con políticas anticiclicas con base en la doctrina de Keynes; bajar la carga impositiva a los contribuyentes, fomentar el gasto público en obras de infrestructura que detonen el potencial económico del país y crear así empleos en el sector de la construcción, otorgar estímulos económicos para la atracción de inversión de capitales tanto nacionales como extranjeros, idear lineamientos generales para contribuir a la generación de un desarrollo sustentable, así como políticas de protección al medio ambiente, reactivar la producción del campo con base en incentivos a los productores del campo y subsidios a la producción agropecuaria, recursos que deben ser gestionados y proporcionados por la banca de segundo piso así como por los organismos financieros, en el caso de México; el INSTRUMENTO DEBE DE SER EL Banco de México, de esta manera podría cumplirse con el aspecto de seguridad alimentaria tanto nacional como regional e implementar una política de seguridad alimentaria para la región entera de America del Norte, creandoce así empleos en el sector agrícola, en donde es importante también apoyar a las sociedades de gestión colectiva y de propiedad privada en el campo, adoptar lo mejor de los ensayos sociales como SON la implementación del mejoramiento del sector salud con finanzas públicas sanas, cuyos hospitales o centros de salud gocen de facultades de autonomía técnica y de gestión administrativa, rompiendo así con la inercia de las burocracias, el deporte debe verse como un proyecto de una verdadera política de Estado hacia el mundo, para ello deben de estimularse la creación de centros deportivos en las ciudades para la captación de nuevos talentos que representen la posibilidad de convertirse en grandes atletas de alto rendimiento, mejorar la educación pública y gratuita con base en el poder de decisión del individuo como estudiante en la elección de la universidad en donde quisiera estudiar, lo anterior con base en el nivel académico del estudiante, así mismo es importante el estimular la conformación de grupos académicos de estudiantes de alto rendimiento y aprovechar su talento para la elaboración de programas de investigación viables y que puedan ser redituables en la practica, para mencionar algunos aspectos, pero habría más cuestiones de gran importancia que tratar y analizar en la conformación del programa practico de la inclusión social por la democracia participativa en México, en resumen un pacto nacional, lograr un restablecimiento del equilibrio económico y social del país ante la crisis económica mundial, y dos establecer una serie de políticas de inclusión social para la conformación de un desarrollo económico y social sano.
Para lograr la reconducción de la economía global no bastaría la simple decisión de hacerlo en las actuales circunstancias, por lo que el eje de las políticas publicas debe virar los grados posibles hacía la dirección correcta de lo que podría ser un programa de políticas públicas sobre la democracia participativa, con base en dos principios rectores; el primero la inclusión social del derecho de los individuos a los derechos sociales y dos implementar el instrumento de la economía como un medio en favor del fin último que debe ser el bienestar material y metafísico del ser humano en su conjunto, en un concierto de naciones y regiones que propicien el intercambio de bienes y servicios.
Cada país o región puede y debe debatir sobre que políticas pueden implementarse y de que manera, su tiempo para su implementación y los grados de práctica, uno de los temas centrales en el caso internacional, es la necesidad de regular con mayor control al sistema financiero internacional, que de manera paralela a los Estados nacionales, ha creado un superestructura internacional que es hasta cierto grado autónoma al no estar sujeta de manera eficaz a los controles de las legislaciones nacionales o del derecho internacional público, por lo que la creación de los ordenamientos y de las instituciones de derecho internacional como la constitución de tribunales internacionales o regionales sobre el derecho financiero es una necesidad ipostergable para lograr una mejor regulación del sistema financiero internacional, sin embargo este esfuerzo debe ser entendido como la implementación de una política internacional en favor de la democracia participativa.
Por lo que también es necesario como política en favor de la inclusion social y de la democracia participativa estudiar la posibilidad de la creación de un Tribunal permanente arbitral del TLCAN o NAFTA como un organismo internacional público, constituido y reconocido por los Estados Nacionales miembros como una instancia jurisdiccional con competencia en derecho internacional.
Para que un programa de políticas públicas basado en el concepto de la democracia participativa se desarrolle, es necesario que se fortalezcan las bases primarias de un régimen democrático que goce de legalidad institucional y de legitimidad electoral, por lo que la democracia representativa debe ser complementada por la democracia participativa activa de la ciudadanía en México.
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